El Gambito de la Princesa
La historia se desarrolla en una época en la que el mundo está dividido en tres reinos. El Reino Wei, poderoso, está enfrascado en una feroz lucha por el trono; el Reino Wu, centrado en el desarrollo y la planificación estratégica; y el Reino Zhao, sumido en la agitación, con la emperatriz Lu controlando la corte, lo que pone al país en peligro.
La princesa Jiang Taohua de Zhao, ambiciosa y decidida, busca escapar del control de la emperatriz Lu concertando un matrimonio político con Wei. Sin embargo, al llegar a Wei, es atacada por lobos y más tarde despierta acusada de una aventura con el canciller Shen Zaiye. Para quedarse en Wei, se ofrece a convertirse en la concubina de Shen Zaiye, convirtiéndose en una espina para él. A pesar de esto, Jiang Taohua, quien es envenenada, debe cumplir la misión de la emperatriz Lu de derrocar al príncipe heredero.
Shen Zaiye, aunque conocido como un funcionario duro e inflexible, desea en secreto apoyar a un gobernante sabio y fortalecer a Wei. Sin embargo, cae en una trampa mientras investiga el contrabando palaciego, lo que lo lleva a un enredo involuntario con Jiang Taohua. Aunque Shen tiende una trampa mortal para eliminarla, la disposición de Jiang a arriesgar su vida le granjea su respeto.
Obligado a vivir en la casa de Shen, Jiang se enfrenta a los desafíos de sus esposas y concubinas, así como de su combativa hermana. Pero tras haber crecido en el traicionero palacio de Zhao, Jiang maneja con facilidad los conflictos internos de la casa. Desesperado por completar su misión y conseguir el antídoto para su veneno, Jiang se escabulle de la finca en busca de ayuda, incluso mientras Shen la vigila de cerca.
A medida que se enfrentan y se burlan mutuamente, comienzan a surgir sentimientos mutuos. Jiang pronto descubre que el príncipe heredero también es enemigo político de Shen y se ofrece a ayudarlo a derrocarlo, junto con las diversas esposas y concubinas infiltradas por las fuerzas políticas que lo rodean. Ambos forman una alianza y, trabajando juntos, logran exponer los crímenes del príncipe al emperador, provocando la caída del Palacio Oriental. Sin embargo, la lucha por el trono no hace más que intensificarse a partir de ese momento.