Ángeles Caen a Veces
Lin Tuo, en la flor de su juventud, se cruzó con An Zhique durante un evento de reclutamiento de pasantías de verano en su tercer año. El amor floreció a primera vista. A medida que se conocieron mejor, se comprometieron en una relación. Con la temporada de graduación acercándose, los dos se embarcaron en su viaje desde la torre de marfil al mundo real, asumiendo trabajos a tiempo parcial, buscando empleo y planificando su futuro juntos. Si bien la vida no transcurrió tan bien como esperaban, su apoyo mutuo los ayudó a mantener el rumbo. Sin embargo, justo cuando todo parecía ir bien, Lin Tuo recibió un diagnóstico que cambió sus vidas para siempre. Le diagnosticaron esclerosis lateral amiotrófica (ELA), lo que supuso un final prematuro a su vida aparentemente ordinaria pero prometedora. Aunque su esperanza de vida se acortó, Lin Tuo enfrentó la enfermedad con valentía, con el cálido amor y el compañerismo de su familia, su devoto compañero, amigos y colegas. Renunciando a la idea de ceder a su destino, aprendió a coexistir con la enfermedad terminal y finalmente la desafió con valentía. El viaje de Lin Tuo inspiró a quienes lo rodeaban, incluidos sus amigos y pacientes que padecían el mismo sufrimiento que él. Los impulsó a reevaluar su visión de la vida, valorar el momento presente y esforzarse por vivir cada día con esperanza y sin arrepentimientos.